Cuando decidimos poner una cama cuna en la habitación de nuestro hijo, estamos apostando por un ahorro a largo paz, ya que, de pequeños les sirve de cuna y con el tiempo, pasa a convertirse en una cama sin la necesidad de que cambiemos la habitación.
La ventaja que tienen este tipo de muebles es que mientras el bebé corre el riesgo de caerse de la cama, esta lleva incorporados unos barrotes para la protección de pequeño. Una vez que crece los barrotes se pueden quitar fácilmente y se convierte en una cama con todas las comodidades.
Estas camas suelen traer en uno de los extremos un pequeño mueble que primero nos servirá para las cosas del bebé y luego podrá convertirse en un armario para la ropa o un escritorio. Este módulo suele traer una pañalera que se puede modificar con el tiempo.
Algunas camas cuna no se cambian con el tiempo sino que incluso se pueden usar los dos al mismo tiempo ya que la cama esta por debajo de la cuna, haciendo que si tenemos algún amigo del pequeño en casa se pueda quedar en la habitación con el pequeño.
Algunos modelos de camas cuna se pueden llegar a desplegar haciéndose mucho más grande.
Al ser unas camas a las que nuestro hijo les puede dar uso durante más de 10 años son unas camas que se tiene que cuidar bastante para que nos sufran daños.
Estas camas cuna son aconsejables a partir de los 9 meses.
